1. Poner una plancha mediana a fuego medio-alto y asar los chiles poblanos durante unos 10 minutos por cada lado hasta que se carbonicen y la piel empiece a pelarse.
2. Poner los chiles calientes al vapor en una bolsa de plástico y cerrarla bien para que suden. Déjelos en la bolsa durante 10-15 minutos y luego pele la piel con las manos.
3. Con un cuchillo, haz un corte vertical desde el tallo hasta la punta del chile.
4. Rellenar con queso vegano, cerrar y asegurar con 1-2 palillos.

Salsa:

1. Licuar los tomates, la cebolla, la maicena, el ajo, la sal y la pimienta en la licuadora hasta que esté suave. Calienta una sartén grande a fuego medio y añade tu “salsa” a la sartén, cocina hasta que espese. Apague la sartén y reserve.

La mezcla:

1. Añade todos los ingredientes secos a un bol y mézclalos bien.
2. Añade el agua e incorpórala bien con un batidor. Batir bien hasta crear una masa suave.
3. Calentar una sartén mediana con aceite. Sumergir cada pimiento en la mezcla. Mantenerlos sobre la mezcla durante unos segundos para que escurra el exceso de mezcla. Colóquelos en el aceite caliente durante unos 5 minutos por cada lado hasta que estén dorados y crujientes.
4. Una vez dorados por ambos lados, colóquelos en un plato forrado con papel de cocina para que absorba el exceso de aceite.
5. Servir con salsa de tomate y una guarnición de frijoles.